LA SERIE
Hace poco hemos disfrutado de Los Bridgerton, una serie de época basada en la saga de libros de Julia Quin y que una vez más nos gusta el estilismo y la decoración. Hemos disfrutado observando la opulencia en la decoración de los palacios donde viven las familias protagonistas.
La primera temporada de Bridgerton nos lleva al Londres de la era de la Regencia de la opulenta Londres de principios del siglo XIX. Nos presenta a la familia Bridgerton que da título a la serie y son unos aristócratas de rancio abolengo. Está compuesta por ocho hermanos (cuatro chicos y cuatro chicas) y la madre de estos. Después están los Featherington, unos nuevos ricos que están dispuestos a subir a lo más alto.
SIN MIEDO AL COLOR
Me llama enormemente la atención las paredes llenas de molduras para dar relieve y elegancia. Que no tenían miedo al color y que al mismo tiempo seguían la misma línea de elegancia tan recargada. Usando papeles de mucho estampado y detalles dorados como espejos colgados, tan de moda en el siglo XIX.
Cabe destacar que cada familia protagonista tiene asignada una paleta cromática en la decoración de paredes y mobiliario. Se observa que los Bridgerton tienen a su alrededor colores fríos y apagados el azul, el turquesa, siempre con las abejas en algún punto. Por otro lado, para los Featherington usan colores más llamativos y vivos. Colores como el amarillo o el verde claro, con la mariposa de fondo como símbolo de la familia.
MUEBLES ESTILO IMPERIO
Me imagino vestida por esas fantásticas piezas de organzas, tules, terciopelos, bordados o plumas atravesando sus largos pasillos y observando a detalle los secretos de las hermanas. Preparada para adentrarme en los salones majestuosos cuyas mesas auxiliares de madera, sillas de estilo Luis XVI o piezas tapizadas formaban parte del espectáculo decorativo.
Sofás con estampados florales, tan british, terciopelos brillantes, elegantes. Muebles atemporales tan presentes en cada una de sus estancias y que todavía tanta clase evocan a nuestras casas actuales.
Invitan a sentarte y a disfrutar de una taza de té con cualquiera de los miembros de la familia. Butacas con personalidad, de estilo clásico, ideales para una buena lectura.
En el dormitorio, un cabecero con dorados, o madera labrada, incluso, si se puede añadirle un dosel, para dar sensación de época.
Un sinfín de pistas decorativas que podemos adaptar a nuestras casas actuales con exquisito gusto sin que fallen las flores frescas. Usar todos los elementos de cristal y la mágica luz de de las velas para dar un ambiente exclusivo y,
¿Te apuntas al estilo Regencia?