Hacía tiempo que no visitaba Bayona, pero siempre que voy la siento como un lugar acogedor, con una mezcla de historia, sabor y alegría. Bayona, ubicada en el suroeste de Francia, en la región de Aquitania, ciudad amurallada, evoca una rica historia, cultura y tradiciones vasco gascona.
Pasear por sus calles adoquinadas te transporta a la época medieval, con la catedral de Sainte Marie, como joya indiscutible de la ciudad, rodeado por antiguas casas de vigas de madera y contraventanas de llamativos colores que rinde homenaje a la arquitectura vasca y que evocan un ambiente de tradición, calidez y hospitalidad.
Durante el laberinto de calles, no puedo parar de disparar flashes al encanto que ofrecen los objetos de las tiendas de antigüedades que rodean la catedral como @galeriedubasque de la rue de la Monnaie, un espacio con un ambiente extremadamente cálido, íntimo y lleno de carácter, con ese toque de nostalgia que sólo las piezas antiguas bien conservadas pueden provocar y que sólo ellas te invitan a observar con calma los bronces, las cristalerías, la ropa de cama antigua o las piezas art-déco que se encuentran expuestas a lo largo de la tienda. Sin duda, un rincón lleno de magia donde se escuchan esas historias silenciosas y ocultas que tanto me evoca la ciudad.
Pero si me tengo que quedar con algún lugar especial de Bayona es con el paseo del río Nive. Es sin duda el alma de la ciudad que ha sido testigo del pasado medieval, donde los mercaderes de la época no sólo hacían negocio en aquel ambiente vibrante y bullicioso sino que además compartían noticias y rumores entre las idas y venidas de los lugareños.
No hay mejor manera que acabar la tarde degustando de un crêpe relleno del famoso y nombrado chocolate negro y amargo de Bayona acompañado de un caliente café en la encantadora crepería @Chez Amatxi en el típico barrio de Petit Bayone que sólo viéndola desde fuera me sugiere una atmósfera acogedora y cálida además de ser ejemplo de dinamismo y vitalidad de la ciudad.
Bayona es sin duda una invitación a viajar en el tiempo y disfrutar del placer cotidiano. Una conexión entre la historia medieval y energía moderna.
¡ Siente la historia y piérdete en su entraña medieval!
Después de leer éste artículo he sentido que volvía treinta años atrás, cuando iba a Bayona para acompañar a mi abuela al masajista, que la ayudaba con su enfermedad.
He vuelto a sentir el encanto de aquellos paseos por la orilla del río Nive y las estrechas calles adoquinadas de la parte antigua.
Me he prometido a mi mismo que voy a volver a visitar Bayona porque has conseguido despertar en mi la nostalgia de aquellas visitas a está maravillosa ciudad de Iparralde.
Eskerrik asko Leire.