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La verdad es que para mí, el conducir por UK es toda una aventura+reto al mismo tiempo. Creo que no me voy a acostumbrar nunca. Primero, por el cambio de chip que supone el tener que pararte a pensar cuando estás a punto de salir en una rotonda, que derecha no, izquierda Leire, izquierda. Esas rotondas gigantes, con semáforos que tan poca visibilidadofrecen. Y luego, mi gran problema es que no calculo cuando voy conduciendo en línea recta, me subo constantemente al bordillo del arcén y el sentir las miradas de desconfianza de tu acompañante que no puede evitar agarrarse al asidero del techo con suspiros “oh my God Leire”….hace que se convierta en una pequeña aventura de 2-3 días.

A pesar de los nervios+emoción, incluso risas que me genera la situación, también tengo que confesar que me encanta disfrutar del paisaje que ofrece el conducir a través las carreteras comarcales+de la campiña inglesa. Esas estupendas casas con sus muros de piedra, tejados de pizarra+ jardines llenos de flores o la típica adosada de caravista roja que al mismo tiempo que paso, mi cabeza se adentra en su interior e imagina el estilo decorativo tan british de cada una de ellas.

En una de mis estancias, el hotel-pub “www.starinn1744.co.uk”, me ofreció exactamente lo que estaba buscando. Una combinación perfecta entre modernidad, tradición+calidez. Un pequeño pero entrañable hotel+pub de campo, situado en la rural Leicestershire y cuyos propietarios solo buscan el comfort+bienestar de sus clientes a través de su cercanía + trato personal.

El comedor mostraba el perfecto estilo inglés que todos imaginamos gracias a las  butacas chéster tapizadas de cálidos tejidos de terciopelo, telas cuadradas+florales de color caldera+granate, sofás clásicos Chéster que tan bien representan la elegancia+modernidad gracias a ese aspecto acolchado de sus botones+ recubiertos de piel roja, paredes repletas de fotos de idénticos marcos negros+ espejos de estilo industrial que contrastan con la sobriedad del resto de la estancia…esa estancia que se ha ido adaptando a los estilos modernos pero que a la vez, mantiene esa esencia tan british, tan sobria, tan elegante tan encantadora. Sólo me puede transportar a la época del reinado de George II, 1744 año en el que se construyó el hotel, mientras me tomo un café junto al fuego+mantengo una charla agradable con el dueño del establecimiento.

Esta decoración british que a tantos nos gusta+ tanto nos ha inspirado para colocarlos diferentes Korners de nuestras casas, y que nada más verlos invita a tomarse un té con cualquier miembro de la realeza inglesa.

¿Porqué no?