Para mí las librerías al igual que las bibliotecas siempre han sido lugares mágicos en los que se respira mucha tranquilidad. Para los que nos gusta la lectura, acudir a las librerías antiguas aporta un extra de encanto+fascinación.
Recuerdo aquellas colas que hacía de niña con mi madre en la librería Ayerbe de Eibar para conseguir los libros de texto para el nuevo curso escolar. Aquel olor a libro nuevo así como el cri-cri del ruido de las maderas oscuras del suelo de las idas+venidas del librero que tan interiorizado lo tengo.
El libro de papel conserva la magia del diseño, color, textura, olor y personalmente no lo podría sustituir por ninguna tecnología digital aunque ésta sea mucho más ligera para meterla en el bolso. Además, nadie puede cuestionar que el libro es uno de esos elementos esenciales decorativos que aporta calidez a la estancia!!
La librería “Donosti” es mi oasis cultural particular. Es uno de esos locales que te invita asomar la cabeza si andas por la zona. Una librería coqueta de dos plantas que se caracteriza por su amplísimo fondo.
No sólo destaca por su fantástica vidriera+lámpara de techo dorada de forma araña de estilo Deco Art, sino por la llamativa forma que tiene de mostrar las novedades en la fachada del edificio en un corcho. Pero lo que realmente me gusta son los 15 minutos de cultura que te ofrece Santi, uno de sus propietarios.
Su amabilidad, conocimiento + profesionalidad es lo que pongo en valor de la importancia de ir a las pocas pero maravillosas librerías que nos quedan y acompañan en nuestros pueblos+ ciudades. Gracias Librería Donosti por no perder vuestra esencia+solera!!